Como quitar piedras del conducto biliar

Cálculos biliares alimentos a evitar
La función de la vesícula biliar es almacenar la bilis que segrega el hígado. Tras una comida, esta bilis almacenada se libera en el intestino, facilitando la digestión. Las anomalías en la composición de la bilis pueden provocar la formación de cálculos biliares. Cualquiera puede desarrollar cálculos biliares, pero los factores de riesgo conocidos incluyen ser mujer, obesa y mayor de 60 años. En la mayoría de los pacientes con cálculos biliares, éstos se limitan a la vesícula biliar, pero a veces aparecen en el colédoco, el conducto que transporta la bilis de la vesícula al intestino, y lo obstruyen. Más información sobre los cálculos biliares, sus riesgos y causas.
En el Brigham and Women's Hospital (BWH), nuestros cirujanos generales y gastrointestinales certificados ofrecen el tratamiento más innovador y eficaz para los pacientes con cálculos en el conducto biliar y la vesícula biliar, realizando los procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos más recientes y eficaces, incluida la colecistectomía laparoscópica.
Si los cálculos biliares o de las vías biliares causan síntomas persistentes, puede recomendarse un tratamiento quirúrgico. Los cirujanos del BWH son expertos en todos los abordajes quirúrgicos de los cálculos biliares y de las vías biliares, incluidas las opciones tradicionales y mínimamente invasivas:
Recuperación de la cirugía de eliminación de cálculos biliares
Los cálculos biliares son una de las enfermedades más frecuentes del sistema hepatobiliar y se caracterizan por ser depósitos endurecidos de líquido digestivo que pueden formarse en la vesícula biliar. Los cálculos biliares se forman debido a la precipitación de componentes biliares, principalmente calcio y colesterol. Los cálculos biliares son muy prevalentes y la mayoría son asintomáticos. Los cálculos biliares asintomáticos suelen detectarse en el 6% al 12% de los pacientes con cálculos biliares. Sin embargo, esta incidencia puede aumentar hasta el 20-25% en los ancianos de más de 60 años.
Aunque los cálculos biliares son muy frecuentes, si no se tratan pueden provocar complicaciones graves y poner en peligro la vida del paciente. Los cálculos biliares son más frecuentes en mujeres de entre 30 y 50 años. Los cálculos biliares pueden no causar signos ni síntomas. Los síntomas de alerta son hinchazón, molestias abdominales o malestar estomacal, indigestión y dolor repentino o que se intensifica rápidamente en la parte superior derecha del abdomen. Si los cálculos biliares se alojan en un conducto y causan una obstrucción, los signos resultantes pueden incluir ictericia con coloración amarillenta de la piel y los ojos, más frecuente en pacientes de edad avanzada.
¿Es grave un cálculo en el conducto biliar?
Los cálculos en la vía biliar suelen ser consecuencia de la migración de cálculos de la vesícula biliar a la vía biliar. A veces, los cálculos pueden formarse en el propio conducto biliar de forma primaria. Los cálculos en la vía biliar pueden causar ictericia, infección (colangitis) e inflamación del páncreas (pancreatitis).
La ictericia es la coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos (esclerótica). La orina se vuelve oscura y las heces pueden ser más claras. En caso de colangitis, la fiebre suele ir acompañada de sensación de frío y escalofríos intensos. Se siente dolor en la región abdominal superior central, que puede llegar hasta la espalda en caso de pancreatitis.
Se administrarán antibióticos para tratar la infección que suele estar asociada a la obstrucción del conducto biliar por los cálculos. Las opciones para eliminar los cálculos del conducto biliar incluyen procedimientos endoscópicos u operativos. El procedimiento endoscópico se conoce como colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE). Una vez eliminados con éxito los cálculos biliares mediante CPRE, se sigue recomendando la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar para prevenir la aparición futura de éste y otros problemas relacionados con los cálculos biliares. Ocasionalmente, pueden realizarse procedimientos percutáneos guiados por radiología para aliviar la obstrucción debida al cálculo, o para eliminar cálculos que siguen presentes tras una intervención quirúrgica.
Síntomas de los cálculos biliares
La exploración laparoscópica de la vía biliar suele realizarse al mismo tiempo que una colecistectomía laparoscópica en un determinado grupo de pacientes. El conducto biliar es un tubo hueco que va del hígado al intestino delgado y sirve de paso para el flujo de la bilis. La salida de cálculos de la vesícula biliar hacia el conducto biliar puede causar obstrucción e ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), así como pancreatitis aguda. Los cálculos en el conducto biliar pueden detectarse mediante estudios realizados antes de la operación o, alternativamente, con una ecografía realizada como parte de una colecistectomía laparoscópica.
El objetivo de la operación es eliminar los cálculos alojados en el colédoco realizando un pequeño corte y pasando una cámara por el conducto para visualizarlos antes de extraerlos. A continuación se sutura el orificio del conducto. Al final de la operación se deja un tubo de drenaje dentro del abdomen.
Esta operación requiere pasar una noche en el hospital para su control. La mayoría de los pacientes se van a casa al día siguiente, aunque ocasionalmente puede haber una pequeña fuga de bilis en el drenaje que se resuelve en unos días. El periodo de recuperación suele ser el mismo que el de una colecistectomía.