Precauciones cuando se toman inmunosupresores

¿Puedo tomar vitaminas mientras tomo inmunosupresores?
Algunos medicamentos son casi milagrosos para los pacientes que los necesitan. Medicamentos como los biológicos, los antirrechazo, la quimioterapia y los corticosteroides salvan la vida de muchos pacientes, pero, como muchos otros tratamientos, estas maravillas farmacéuticas tienen efectos secundarios. Y al menos uno de estos efectos secundarios requiere algunos ajustes potencialmente significativos en el estilo de vida.
"Significa que la medicación puede interferir en los procesos del organismo que previenen las infecciones", afirma Jeff Fortner, doctor en Farmacia y profesor asociado de la Universidad Pacific de Forest Grove (Oregón). Explica que esta interferencia es lo que permite que el medicamento funcione.
Cómo y por qué ocurre esto depende del fármaco concreto, dice el Dr. Fortner. En general, sin embargo, la medicación hace que todo o parte del sistema inmunitario se "desactive" para que el organismo no entre en modo de ataque, librando una guerra contra lo que considere un invasor extraño.
La quimioterapia, por ejemplo, elimina los glóbulos blancos. Los glóbulos blancos combaten las infecciones, por lo que un menor número de glóbulos blancos aumenta el riesgo de infección, según explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). En el caso de los fármacos biológicos como Humira, utilizados para tratar diversas afecciones autoinmunitarias como la enfermedad de Crohn y la artritis reumatoide, sólo afectan a determinados receptores inflamatorios, en concreto al factor de necrosis tumoral alfa. Los esteroides y los medicamentos contra el rechazo se dirigen a las células T, que son linfocitos que controlan la respuesta inmunitaria.
Trabajar mientras se toman inmunosupresores
Los inmunosupresores "suprimen" el sistema inmunitario, es decir, desactivan o reducen la respuesta inmunitaria típica del organismo. Estos fármacos suelen utilizarse después de los trasplantes de órganos para que el cuerpo no rechace el nuevo órgano, y a menudo desempeñan un papel en el tratamiento del cáncer. Los inmunosupresores también se prescriben para tratar diversas enfermedades autoinmunes.
El sistema inmunitario ataca al organismo de las personas con afecciones autoinmunitarias, lo que puede causar inflamación y daños en tejidos, órganos y articulaciones, así como un crecimiento excesivo de células. Estas afecciones son variadas e incluyen enfermedades como la artritis reumatoide, el lupus, la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y la psoriasis, entre otras. En estas situaciones, la supresión del sistema inmunitario puede reducir estos síntomas en muchas personas con trastornos autoinmunitarios.
Existen varias clases de inmunosupresores, cada uno de los cuales actúa de forma diferente según la enfermedad; algunos pacientes, sobre todo los que se encuentran en la fase previa o posterior a un trasplante de órganos, pueden necesitar tomar varios tipos.
Vivir con alguien que toma inmunosupresores
Piense en una hipoteca inmobiliaria; el pago inicial es como el medicamento de inducción y los pagos mensuales son como los medicamentos de mantenimiento. Si el pago inicial es lo suficientemente bueno se pueden reducir los pagos mensuales, lo mismo que en el caso de la inmunosupresión.
Sí. Uno de los efectos secundarios de estos fármacos es una mayor probabilidad de infecciones. Esto es más un problema en el período inicial después de un trasplante o después del tratamiento de un rechazo porque la dosis de estos fármacos es más alta en estos momentos. Debe llamar al centro de trasplantes si tiene:
Entre 6 meses y un año después del trasplante, la inmunosupresión suele disminuir y la probabilidad de efectos secundarios debería ser baja. Si sigue teniendo efectos secundarios, hable con su equipo de trasplantes para cambiar la dosis o cambiar a un medicamento diferente. Los cambios en el medicamento inmunosupresor sólo deben hacerse después de consultar con su centro de trasplantes.
Sí. Hay muchos otros medicamentos, alimentos y suplementos que pueden modificar los niveles (subir o bajar) de inmunosupresores en la sangre. Algunos de los más comunes son el zumo de pomelo, la hierba de San Juan, la eritromicina, los medicamentos antituberculosos, los anticonvulsivos y los medicamentos comunes para la tensión arterial (cardizem o diltiazem y verapamilo).
Tomar inmunosupresores te inmunocompromete
El trasplante de riñón es el mejor tratamiento para la mayoría de los pacientes con enfermedad renal terminal y se asocia a una mejora significativa de la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes con injertos renales satisfactorios. Dado que las tasas de supervivencia del paciente y del injerto un año después del trasplante son actualmente superiores al 95% para los receptores de riñones de donantes vivos y fallecidos, habrá un gran número de receptores satisfactorios que requieran cuidados a largo plazo e inmunosupresión crónica.
Los fármacos inmunosupresores deben tomarse durante y después de cualquier tipo de trasplante de órganos. Los médicos de atención primaria, los internistas y el público en general participan cada vez más en este tipo de atención y necesitarán información básica sobre la inmunosupresión y el tratamiento médico de estos pacientes. He aquí algunas cosas que debe saber sobre los inmunosupresores.
Los inmunosupresores son fármacos o medicamentos que suprimen o reducen la fuerza del sistema inmunitario del organismo y disminuyen la capacidad de éste para rechazar un órgano trasplantado. Es decir, ayudan a aceptar el órgano del cuerpo de otra persona. Otro término para estos fármacos es anti-rechazo.