Higado de un fumador

Tabaquismo y fibrosis hepática
Objetivos y métodos: Para examinar la asociación entre el tabaquismo y las lesiones hepáticas histológicas en la hepatitis C crónica, se estudiaron 244 pacientes consecutivos (152 hombres, 92 mujeres; edad media 45,9 (12,6) años) con hepatitis C crónica histológicamente probada. El consumo diario de tabaco durante los seis meses anteriores a la biopsia hepática se registró como el número de cigarrillos fumados diariamente. El consumo total de tabaco a lo largo de la vida se registró como el número de paquetes de cigarrillos fumados al año (paquetes-año). Las muestras de biopsia hepática se clasificaron según su actividad histológica y fibrosis de acuerdo con el sistema de puntuación METAVIR.
Resultados: La proporción de pacientes con actividad moderada (A2) o marcada (A3) aumentó gradualmente del 62,0% en los no fumadores al 81,7% en los pacientes que fumaban más de 15 cigarrillos al día (p<0,009). Se observó una relación similar con el consumo total de tabaco a lo largo de la vida: El 59,0% de los pacientes que nunca habían fumado tenían una actividad de la enfermedad de grado A2 o A3 en comparación con el 84,6% de los pacientes que fumaban más de 20 paquetes al año (p<0,002). El análisis multivariante mostró que la edad superior a 50 años (odds ratio [OR] 5,4), la ingesta de alcohol superior a 20 g/día (OR 2,75) y el consumo de tabaco de más de 15 cigarrillos/día (OR 3,6) estaban relacionados de forma independiente con la puntuación de actividad histológica. No se encontró ninguna relación entre la gravedad de la fibrosis y el consumo diario de tabaco o el consumo total de tabaco a lo largo de la vida. El análisis multivariante mostró que sólo la edad superior a 50 años (OR 8,8), el consumo diario de alcohol superior a 30 g/día (OR 3,4) y la puntuación de actividad histológica (OR 7,9) estaban relacionados de forma independiente con la puntuación de fibrosis.
¿El tabaco provoca cirrosis hepática?
Antecedentes: Las pruebas sugieren un efecto perjudicial del consumo de cigarrillos en la progresión de la enfermedad hepática crónica. Sin embargo, el impacto del tabaquismo en la mortalidad de los pacientes con hígado graso no alcohólico (HGNA) sigue sin estar claro.
Métodos: Se utilizaron los datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud recogidos durante 2008-2009 para vincular el Índice Nacional de Defunciones con la supervivencia de los encuestados de seguimiento. El diagnóstico de HGNA se basó en un producto de acumulación de lípidos en participantes sin consumo significativo de alcohol u otras enfermedades hepáticas.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) es un problema de salud global creciente que afecta a casi una cuarta parte de la población mundial (1). Se prevé que las complicaciones hepáticas relacionadas con la HGNA se conviertan en la indicación más frecuente de trasplante de hígado en la próxima década (2). Cabe destacar que un gran número de pruebas clínicas indican que la HGNA también se asocia a un mayor riesgo de otras manifestaciones extrahepáticas, como las enfermedades cardiovasculares y los cánceres extrahepáticos, que son las causas predominantes de mortalidad en pacientes con HGNA (3-6). Dado que la HGNA supone una carga sanitaria considerable en todo el mundo, es importante identificar los factores de riesgo modificables y desarrollar estrategias de prevención.
¿Afecta el tabaco al hígado graso?
ResumenSe estudiaron las actividades de metabolización de xenobióticos a nivel hepático y placentario en fumadores y no fumadores, que fueron clasificados mediante entrevista anamnésica y determinaciones de tiocianato y cotinina plasmáticos.El ensayo de tiocianato plasmático es inadecuado para la clasificación de fumadores y no fumadores. Los niveles plasmáticos de cotinina reflejan con mayor precisión el estatus de fumador. Los fumadores anamnésicos siguieron siendo fumadores y varios no fumadores autodeclarados resultaron ser fumadores. Sobre la base de la determinación de la cotinina plasmática, todos los fumadores reales presentaban actividades de 7-etoxirresorufina O-deetilasa (ERDE) más elevadas medidas en microsomas placentarios o en homogeneizados de biopsia hepática que los no fumadores. La clasificación basada en los niveles plasmáticos de cotinina mostró una diferencia estadísticamente significativa (P<0,001) entre fumadores y no fumadores en la actividad ERDE del homogeneizado hepático. Sin embargo, los niveles de cotinina no se correlacionaron con ninguna de las actividades de metabolización de xenobióticos analizadas. Parece necesario disponer de un marcador bioquímico objetivo, como la determinación de cotinina, para evaluar el efecto del tabaquismo sobre el metabolismo de los fármacos en el hombre.
Efectos a corto plazo del tabaco en el hígado
Fumar provoca muchas enfermedades, entre ellas el cáncer de pulmón y de boca. ¿Pero fumar también afecta directamente al hígado? La mayoría de la gente ni siquiera es consciente de ello. En este vídeo, aprenderemos cómo el tabaco daña el hígado y cómo podemos prevenirlo.
Cada año mueren millones de personas por fumar cigarrillos o mascar tabaco. Fumar puede afectar al hígado a través de vías inflamatorias y puede agravar los efectos patógenos en el hígado.Cuando fumamos un cigarrillo, libera 400 productos químicos, y la nicotina es el producto químico tóxico más dañino. Estas sustancias químicas tóxicas son muy perjudiciales para nuestro organismo. La nicotina se absorbe a través de los pulmones durante el tabaquismo y se metaboliza rápidamente en el hígado, induciendo tres efectos adversos significativos.
1. Efecto tóxico: Fumar produce sustancias químicas con potencial citotóxico. Estas sustancias químicas creadas por el tabaquismo inducen un estrés oxidativo asociado a la peroxidación lipídica, que conduce a la activación de las células estrelladas y al desarrollo de fibrosis. Además, el tabaquismo aumenta la producción de citocinas proinflamatorias (IL-1, IL-6 y TNF-α) implicadas en la lesión de las células hepáticas. Se ha informado de que el tabaquismo aumenta la puntuación de fibrosis y el índice de actividad histológica en pacientes con hepatitis C crónica (HCC) y contribuye a la progresión de la cirrosis relacionada con el VHB.